Last drop falls

Hoy, tras muchísimo tiempo sin escribir en el blog, me he decidido a poner algo.
Esta vez no voy a contar ninguna historia vestida de monólogo. Simplemente voy a escribir algunas líneas que espero me sirvan para forzarme a escribir en el futuro próximo.
Vengo pensando desde hace un tiempo en crear una serie de monólogos, como los que suelo publicar, dedicados al personal que pulula por mi oficina. Hoy, tras salir dos horas y algo por encima del fin de mi horario como colofón a algo que viene siendo habitual, he decidido llevarlo a cabo. Y por qué justamente hoy, pensaréis. Pues bien, por un lado pretendo criticar con algo de humor (que sería de los informáticos profesionales sin él) la situación a la que nos vemos sometidos en el mercado laboral, y por otro, es que se me han hinchado las pelotas tras ver cómo el ente que se sienta delante de mí ha estado tres horas al teléfono gestionando la renovación de su DNI, se ha marchado a su hora, y yo me he comido su marrón "sobre la bocina" y a costa de mi salud (y del ensayo de mi banda).
Ese ente se llama Rosa Mari, y será la protagonista. Un personaje redondo. Tal vez algunos creeréis que las historias son inventadas, otros veréis reflejado en ella a vuestro responsable de proyecto y otros ni lo leeréis. Pero bien os prometo que la serie estará basada en hechos reales.
El primer capítulo, este fin de semana.

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