Festivales de Metal en la piel de toro: heavies sí, ganado no (II)


En la entrada anterior, comenté varios festivales españoles de la última década, intentando contrastar lo que hicieron bien y lo que hicieron mal. En este post terminaré con los principales festivales a lo que he asistido y hablaré sobre los conciertos con mucha afluencia de público.

Kobetasonik 2008
En 2008, me vi atraído al norte de España, concretamente a Bilbao, por un cartel en el que destacaba en luces de neón el nombre de KISS, junto con leyendas del metal como Judas Priest y Dio, y bandas de la talla de Blind Guardian, Helloween, Europe, Gamma Ray, Slayer, MSG, Airbourne, Sonata Arctica y un largo etcétera. Ni corto ni perezoso, me subo al autobús para pegarme 8 horitas de viaje, cargado de emoción y ganas de disfrutar de un fin de semana espectacular.
Llegamos a la zona del festival y el primer palo. Tras la larga cola para recoger las pulseras, se nos informa de que la zona de acampada 1 está llena, y tenemos que acampar en la zona 2. Esta zona de acampada estaba situada en una especie de cantera abandonada, a la que se llegaba tras caminar más de un kilómetro por una senda de tierra con una pendiente más que considerable. Subir a pleno sol mañanero con todos los trastos a la espalda no fue plato de buen gusto. Al llegar nos encontramos con la segunda sorpresa: la acampada sólo tiene una caseta de baños. Ducharse imposible, ir al baño cuestión de horas, hasta conseguir algo de agua se hacía eterno. Al bajar hacia la zona del festival, vemos que la zona de acampada 1 tampoco está mucho mejor acondicionada, y hablando con la gente el comentario principal va sobre esto.
Cola absurdamente larga, lenta y desordenada para entrar con todo el sol del mediodía cayendo a plomo. La gente que sólo va para un día, no puede salir del recinto, cosa que es cuanto menos molesta, ya que no puedes ni ir a recoger algo a la tienda. Una vez dentro, el recinto ni bien ni mal. Escenarios colocados un poco raros uno respecto al otro pero no tiene mucha importancia, salvo que desde uno no se oía el otro, cosa que hacía absurdas las pantallas mostrando el concierto del escenario de al lado. Razonablemente bien surtido de tenderetes pero, una vez más, pocas barras de comida/bebida. Esto, añadido al cambio de moneda real a moneda "festivalera", hacía que al menos te comieras la cola del cambio (esto debe hacerse una única vez en todo un festival para mayor comodidad) y las colas para servirte. Mucha lentitud en el servicio. La cola para la comida épica, más de media hora para conseguir un bocadillo de tortilla seca.
Resumiendo, la infraestructura se lleva la nota más baja de todos los festivales a cuantos he asistido. Creo que en el mismo lugar ya se había albergado el BBK Festival años antes, por lo que deberían tenerlo ya algo preparado, pero una vez más, gana el afán por hacer dinero al menor coste. Todo mal planificado, WC más que insuficientes para la asistencia (rozando los 30.000 el día de KISS y unos 25.000 el día anterior), servicios de barra lamentables y precios carísimos (incluso para un festival), acampadas que sólo eran un recinto donde podías plantar tu tienda, ni seguridad ni servicios para los acampados. En lo musical un 10, tanto por cartel, como por las bandas.
Me fui de allí, jurando que no volvería si no cambiaba la ubicación. No cumplí mi promesa totalmente, pero no volví a acampar allí.

Kobetasonik 2009
Dije que no volvería, pero volví. Esta vez como un señor, de hotel, pero allí estuve para hacerles el caldo gordo un año más. Atraído principalmente por la gira de Mötley Crüe, a quien pensaba que no tendría muchas más oportunidades de ver, me decidí a volver a Bilbao.
Misma ubicación, mismo todo. De la acampada esta vez no puedo hablar, ya que no la sufrí. Punto muy positivo la lanzadera desde San Mamés al recinto del festival, comodísimo y funcionando muy bien.
El recinto todo igual, había que cambiar el dinero, mismos precios (al menos se agradece que no subieran de un año a otro), pocas barras y servicio igual de lento. Esta vez había más casetas de comida, con lo que la gente se repartía más. También ayudó la menor afluencia de público ya que el cartel distaba mucho de la calidad del año anterior (para gustos digamos generales, que habrá opiniones para todo), con lo que las colas se reducían, pero aún así existían.
Me llevé de nuevo la misma impresión, mala planificación (este año ya tenía que ser deliberada) y poca voluntad de hacer bien las cosas. El único detalle que vi en la organización fue la velocidad con que tiraron paja para evitar que la lluvia embarrara el recinto y la lanzadera para ir y venir del festival. Por lo demás, me siguió pareciendo bastante deficiente.

Conciertos de afluencia masiva de espectadores
La verdad es que en España gusta mucho el metal, y concierto que se celebra concierto que tiene su público. Me voy a centrar en los macroconciertos, entendiendo como tales los que suelen dar las grandes bandas por aquí (Iron Maiden, Metallica, AC/DC...) y los festivaletes de un día.
Sin ir uno por uno y de forma general, creo que el principal problema muchas veces es la mala planificación de las infraestructuras necesarias para albergar a tanta gente. En las barras siempre se formas colas enormes, muchas veces por la lentitud de los chic@s de turno que han cogido para el trabajito de un día y no dan abasto con la que les cae encima, y muchas veces por nuestra propia culpa, ya que mucha gente parece pensar que está en un pub y trata de conversar con el camarer@ de turno. Hay muy mala planificación de existencias, casi siempre se acaba algo (este año en Getafe el AGUA, sí, no podías beber agua). También suele haber pocos servicios, con lo que la gente acaba meando en cualquier parte, cosa inevitable ya que el aforo del estadio/pabellón se ve desborbado en miles de personas (caben muchos más en la pista que en las gradas).
Después tenemos recintos desafortunados, que deben ser baratos de alquilar y hacer buen dinero con ellos. Ejemplo flagrante es el recinto del Sonisphere en Getafe, polígono industrial sin asfaltar, no apto para vida humana.
En definitiva, el mal está en querer hacer el máximo dinero posible, por lo que se contratan los servicios mínimos para dar el pego y hacer lo que buenamente se pueda, que el día pasará rápido. Y claro, si da beneficios, los promotores se niegan a aprender de sus errores, porque al fin y al cabo, si traen a un buen cabeza, la gente va a ir. Esto es lo que está matando a los festivales en España, la poca voluntad de crear algo grande y bien hecho.
Los motivos comentados fueron los que me llevaron a decidirme por ir a Wacken. Ya van dos años seguidos. Si los promotores de Wacken no hubieran aprendido de lo que hicieron (y hacen) mal, si nadie hubiera creído en el proyecto, si no hubieran sacrificado dinero por el bien del producto final, probablemente hoy no existiría. Wacken no es de los festivales mejor montados (si no el mejor) del mundo por casualidad, lleva 22 años en liza, cada año se encuesta a los asistentes para mejorar las cosas, se ponen y quitan normas, se añaden servicios, se remodelan cosas, vamos, que lo dejan vivo, evolucionando. Lo mismo aplica para los festivales europeos que ahora mismo están en alza, Graspop, Hellfest, Gods of Metal...
Tristemente en España, hasta que no cambien la mentalidad y dejen crecer un festival, no podremos disfrutar de algo así, y nos tocará juntar los cuatro duros que tenemos para irnos a dejarlos en otro país.

Salud y metal!