Magdalena festa plena!

Un año más llegan a Castellón las fiestas de la Magdalena. Unas fiestas creadas entorno a la comida, la bebida - como toda fiesta española que se precie - y a los actos tradicionales. Botellón popular ya de base -sin necesidad de convocatorias como las de este año- concentra a gente de todas las edades entorno a una botella de lambrusco y un plato de cacahuetes. Niños armados con petardos pululando por todas partes, hordas de personas arremolinadas alrededor de cualquier acto callejero por pequeño que sea, dolçainers i tabaleters saliendo de debajo de las piedras, hombres mayores paseando del brazo de su señora con una bota de vino colgando del otro, y un montonazo más de casos curiosos, como el que me propongo a comentar.
El caso que me ocupa no es otro que "La Ley del Gorro de Paja". Y es que este complemento -usado antiguamente para proteger del sol al 'cavaor' - se lleva en la actualidad a cualquier hora del día y de la noche, modificando su significado: cualquier persona -salvo excepciones que confirman la regla-, que lleve un gorro de paja a partir de las 16 horas (hora de cierre matinal del mesón) estará bajo la influencia del alcohol. El horario se modifica para el dia de la Romería, en que baja hasta las 10 de la mañana, o simplemente se destruye dependiendo de la edad del portador del gorro.
Además hay otro axioma alrededor del gorro de paja que merece nuestra atención. Si una persona sale de casa en fiestas sin gorro de paja y alcanza un grado de ebriedad determinado, volverá a casa con un gorro en la cabeza. Este axioma tiene su opuesto: si una persona sale de casa con un gorro de paja y no sobrepasa el límite de alcoholemia, volverá a casa sin él.
El lugar o la forma de obtención del gorro de paja es difuso, habiendo normalmente varias formas de conseguirlo:
- Te lo dan en el mesón de la tapa o en el del vino una señoritas de propaganda -quien mejor para promocionar tu pedal que Estrella Damm o JB-.
- Lo obtienes de otro individuo gracias a la fórmula: "déjamelo un momento, que ahora te lo devuelvo". O también: "¿dónde lo has pillado?, déjamelo a ver".
- Simplemente ves el gorro y tu cerebro ordena a la mano que lo coja, sin pensar en las posibles consecuencias.
- Lo regala el periódico local junto al saquet.
De esto se deducen las formas de perderlo que existen, que no pasaré a comentar.
Así que, elegid el modelo que queráis: cavaor clásico, híbrido cavaor-cowboy, de ala ancha desfilagarchado, rosa y roto o el que queráis. Eso si, nadie es un buen festero si no lleva gorro un dia de fiesta al menos .

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