Men at work

El otro día, tuve la posibilidad de visitar el nuevo parque temático que han puesto debajo de mi casa: Zanjaventura, y la verdad es que es divertidísmo. Ambientado a caballo entre en el antiguo Egipto, la Europa de la Segunda Guerra Mundial y las posadas de Don Quijote, posee unas cuantas atracciones para el disfrute de sus visitantes. Puedes subirte a "La Gran Duna", que consiste en trepar a lo alto de una montaña de arena colocada en medio de la acera; puedes entrar en el simulador "As de la Guerra", que no es más que subirte en tu coche y atravesar la calle como si condujeras un Pánzer, el objetivo consiste en evitar que los "soldados" de azul de las trincheras te llenen el coche de tierra; también es posible participar en los concursos de piropos que celebran cada día los moradores de las arenas y, cómo no, podemos jugar a meter tres pelotas de tenis por la hucha de alguno de los currelas agachados.
Este parque temático, por supuesto, tiene también espectáculos -por si el concurso de piropos no es suficiente-. Cada día, se puede asistir a un concierto de instrumentos de metal: picos, palas, vallas y taladradoras. Además, en cada una de estas funciones se intenta batir el récord de decibelios -actualmente en posesión de Manowar-. A mí el movimiento que más me gusta es el tercero, cuando las taladradoras se unen a las palas rascando el suelo y suena el coro de voces carajilleras. Los horarios de este espectáculo son siempre que quieras dormir u oír algo de la tele.
El segundo espectáculo es el derribo de valla en cadena, que se produce en momentos aleatorios del día, siempre que un operario aparta la valla para que pase un vehículo. Curiosamente coincide con el instante en que se pronuncia la frase más importante de la película que estabas viendo.
Luego, ¿qué decir del personal del parque?. Con los modales de un pirata del Caribe español y una gran cultura popular de la España profunda, te introducen de lleno en momentos históricos que jamás creíste poder vivir de este modo.
De momento esto es todo lo que hay, pero es que acaban de abrir y todos sabemos que lleva un tiempo hacerse un sitio en este competitivo mundo. Lo que si puedo asegurar es que van a abrir franquicias por todas partes, y que no se extrañe nadie si mañana mismo se topa con una valla amarilla al salir a la calle. Tendrá ante sí las puertas de un mundo mágico e inigualable.

1 comentario:

Sofia dijo...

Eres genial escribiendo! Me encantan este tipo de posts irónicos tuyos!