Festivales de Metal en la piel de toro: heavies sí, ganado no



Estamos ya en pleno verano y con ello, metidos de lleno en la época de festivales musicales. Como ya llevaba un tiempo sin publicar nada, hoy voy a comentar desde mi punto de vista el tema de organización de festivales con respecto al trato al cliente, es decir, nosotros. Dejando aparte la música y, haciendo un recorrido por los diferentes festivales en que he estado, intentaré justificar el título de la entrada. Porque sí, pienso que en España se nos trata como poco más que ganado. Obviamente habrá honrosas excepciones pero no es la norma común, desde luego.
Siempre me he preguntado si el tema es sólo con el público heavy o es algo general al público español o, mejor dicho, al público de un festival organizado en territorio español. Sinceramente, la verdad es que parece que muchos organizadores cogen el libro de tópicos del heavy metal, y se basan en ellos para montar su tinglado. Los heavies son duros, no hace falta sombra para ellos pues; los heavies beben hasta perder el conocimiento, les pondremos el ¾ de calimocho a 8 euros; el heavy común no se ducha, con tres duchas cada mil personas por si las chicas quieren sobra… Recalco que no conozco como está el tema en otros festivales (salvo el FIB que me pilla al lado), pero puedo hablar de los festivales heavies que son los que me preocupan, jeje. En fin, metámonos en harina.


Rock Machina 2001

Empezamos nuestro viaje en la costa de Moncofar (Castellón), año 2001, Rock Machina. Cuando llego a la zona de acampada prevista, ya se había desbordado su capacidad, por lo que a los nuevos se nos reubicaba (se nos decía que fuéramos, nadie nos llevaba) en la propia playa. La zona de playa “acondicionada” estaba a unos 2km de la zona de acampada principal y zona de conciertos. Por acondicionada se entiende una playa normal, a la que han añadido unos 10 WC, punto. Esta zona de acampada de emergencia se hizo más grande que la original (nefasta planificación), estabas sobre la arena (imposible estar de día por allí descansando), tenías que ir a pinrel hasta la zona de conciertos bajo un sol de justicia y no había la más mínima seguridad para tu tienda, como mucho la patrulla local. Dentro de la zona de conciertos la bebida era cara pero no desproporcionada y te servían con aceptable rapidez.
La zona de conciertos era un campo de fútbol, suficientemente amplio, pero estaba encarado de forma que el sol pegaba de frente al escenario (preguntadle a Roy Kahn o a Jeff Watters sobre este hecho y que os cuenten) y en las cogoteras de los asistentes. Se pasaba bastante mal en las horas de más sol.
El único punto “bueno” que tenían solucionado los organizadores por el mero hecho de celebrar el festival en una localidad costera, era el tema de las duchas. La gente se bañaba en el mar, ducha con agua dulce de las que están en la playa puestas por el ayuntamiento y listos. Pero todo eso estaba allí, no fue un acierto de la organización.
Destacar que ésta fue la segunda edición del festival, lo que evidencia que no planificaron como debieron y no aprendieron nada del año anterior. El hecho de ser un chavalillo despreocupado emocionado ante la oportunidad de ver a Gamma Ray, y estar con los amigos en un festival pasándolo en grande, hizo que no me importara demasiado, encima siendo mi primer festival. Después con el tiempo, es cuando te das cuenta de por lo que has pagado.


Rock Machina 2002

Misma ubicación que los años anteriores, pero en esta ocasión aprendieron de los errores pasados. La zona de acampada era única (no una principal y zonas de urgencia), muy amplia, con unas cuantas duchas, aunque tampoco era para tirar cohetes, unos cuantos WC suficientes para que no hubiera grandes colas, y un bareto a la sombra para poder pasar allí los ratos mañaneros. Estaba bastante lejos de la zona de conciertos, junto a la playa, pero había autobuses lanzadera (punto para la organización). En esta ocasión creo que la acampada gustó bastante, te dabas un bañito en la playa y tenías más opciones para ducharte decentemente, una cerveza bien fresca y a los conciertos en bus.
Una vez más, la organización hubiera fracasado estrepitosamente en el apartado de higiene, si no hubiera sido por el hecho de estar al lado de la playa, pero en comodidad se superó considerablemente respecto a los años anteriores.
Respecto a la zona de conciertos lo mismo que el año anterior, servicios suficientes, servicio de comida y bebida suficiente, y el mismo sol achicharrando la colleja de los asistentes.


Metalmanía 2003 (Villarobledo)

En este caso, el festival se celebraba en el mismo lugar que el Viñarock, por lo que era previsible que la organización fuera sobre ruedas. Para mi gusto no fue así. Un cartelazo espectacular durante tres días de metal, estaba claro que iba a atraer a muchos melenudos a las tierras manchegas, con muchas necesidades que cumplir.
El terreno duro y seco, no lo puso fácil para instalar las tiendas. El calor sofocante durante todo el día tampoco daba mucho descanso, y las largas colas para conseguir una ducha de pago hacían a la gente pensárselo dos veces. Los WC  instalados eran suficientes para evitar grandes colas, pero en algunas zonas se notaba que faltaban unos cuantos más. Di gracias a uno de los bares del pueblo que nos acogió cada mañana hasta la apertura de puertas.
Dentro de la zona de conciertos, muchos puestos de comida y bebida, precios razonables y sectores cubiertos para poder estar un poco a la sombra. A pesar de todo, la zona delante de los escenarios no era muy amplia, con lo que te notabas algo hacinado. Abundaban barras y carpas de pubs heavies (como la Mephisto de Barcelona), por lo que en general te atendían rápido. Pero la cantidad de servicios no se acabó de ver compensada con su calidad.
En esta ocasión suspendo a los organizadores en comodidad e higiene, ya que no parece que se preocuparan mucho en este aspecto.


Metalway 2006 (Gernika)

Tras un tiempo de poco movimiento, decido volver a la ruta con el festival de Gernika. Un largo trayecto en autobús que nos deposita en una pradera boscosa. Suelo mullido, frescor ambiental, parece que esta vez se dormirá mejor. WC suficientes aunque no suficientemente limpios, un pabellón de duchas enorme y unisex (aunque con agua fría… quizá incluso buena idea ;)) un bar en la acampada, aunque para llegar a la zona de conciertos había que caminar un ratillo por la ciudad.
Dentro del recinto, bebida y comida a precios normalitos aunque poca variedad. Lo mejor, dado la cercanía del recinto con la ciudad, era acercarse a los bares del lugar, que decidieron hacer su buen agosto con el festival con multitud de ofertas para atraer a las masas hambrientas y sedientas (mención de honor para el Pacharán casero del bar cuyo nombre no recuerdo). Respecto a comodidades en el recinto: poca sombra, aunque sólo hizo falta uno de los días a mediodía (mientras tocaba Rage yo me asaba a fuego lento), aunque había una grada cubierta donde sí podías descansar al fresco, aunque como era de esperar estaba siempre a reventar. WC suficientes y un mercadillo suficiente para pasar el rato. Ahora mismo no recuerdo bien el servicio de las barras, pero creo recordar que en algunos momentos del último día hubo bastantes aglomeraciones.
Resumiendo, bien en general, no destacaba especialmente por nada, pero el poder ducharte cuando quisieras y el clima del norte hicieron que el festival fuera bastante agradable en general.

Por hoy ya he comentado bastantes festivales. Me dejo para el siguiente post darle cera a los dos Kobetasonik (2008 y 2009) y comentarios sobre conciertos de afluencia masiva.
Como siempre, habrá quien coincida conmigo y quien no. Decir que en todos los festivales comentados me lo pasé en grande, al final se sobrellevan los problemas de “acomodamiento” y disfrutas con las bandas y los amigos, pero estaría bien qué los propios grupos supieran en las condiciones que viven sus fans para poder verlos durante hora y media, a ver si alguno se lo curraba un poco más.
También me gustaría saber vuestra opinión, si hay alguien que realmente lea esto, y que contrastemos las apreciaciones, a ver si es verdad que en España se tiende a tomarnos el pelo o es que somos muy señoritos.

Salud y metal!